Me encantaría tumbarme y cerrar los ojos, dormir como duermen los niños, sin preocupaciones, sin pensar que pasará al despertar, soñando con ser la princesa de un gran castillo y con el miedo de que mi mayor pesadilla sea cualquier ser fantástico.
Pero vamos creciendo y con el paso del tiempo cometemos errores que sustituyen a los seres fantásticos y caes de esa nube dejando de ser la princesa del cuento. Pero sin duda alguna lo peor de todo es no reconocer esos errores, no darte cuenta que te has equivocado y ponerte una venda en los ojos para poder defender tu error.
Necesito quitar mi venda, darme cuenta que una vez me equivoque, olvidar, dejar atrás los recuerdos y sobre todo aprender del error, mirar hacia delante y darme cuenta de que mi único error fue vestir de azul al príncipe gris.