Ya estoy de vuelta, paracía que no iba a volver pero ya estoy aquí. El martes regresé de mi viaje a Huesca con los músicos de Siete Aguas. Ha sido un viaje alucinante, de los mejores de mi vida, igual es que necesitaba salir y desconectar, pero verdaderamente son gente maravillosa.
Hicieron que nos sintieramos como en casa, desde el primer momento se preocuparon porque no echaramos de menos nada de lo que aquí dejabamos y lo consiguieron.
A veces no se si esto de ser músico es lo mío...pero cuando gracias a ello conozco personas así, dan ganas de tirar para delante, de aguantar actos todos los dias en unas fiestas, sin dormir, casi sin dormir...pero ver sus caras merece la pena.
Bueno, ahora me toca irme al ensayo con mi banda, prometo volver pronto....
¡¡¡Siete Aguas os quiero!
