miércoles, 23 de febrero de 2011

Un día ,de repente, te preguntas por qué estás aquí, que has hecho con tu vida para encontrarte en el punto en el que te encuentras. Y en ese momento empiezan a llegar a tu cabeza muchos momentos que han ido formando lo que hoy eres.

¿ Por qué esta vida y no la de mi vecina? La de mi vecina me gusta más, ella es guapa, es inteligente, tiene lo que quiere... ¿ y yo ? ¿ qué tengo yo? Ellas tontean con un chico cada mes, yo me conformo con soñar , ellas gastan su tiempo libre en fiestas llenas de risas, yo me río con mis amigas sin ir de fiesta y gasto mi tiempo libre en mis amigas, en mi vida en al parroquia...

Hace unos días, un viernes por la noche salía de una Vigilia de jóvenes ante la Cruz y el Icono de la JMJ, estaba contenta, había sentido lo que hacía tiempo añoraba, todavía tenía los pelos de gallina y aún los tengo al pensar en como entraba esa Cruz sostenida por tantos jóvenes, cuando pienso en esa homilía, simple, pero que a todos nos toco algo. Subimos al coche para volver a casa y , de repente, giras la cabeza y te encuentras con otros muchos jóvenes que no sujetaban a la Cruz, sino las botellas llenas de alcohol para una fiesta. Los miraba, veía como reían e incluso parecían felices. No les faltaba de nada, modelitos de última moda, bebida de sobra para todos, chicos, chicas... y una pregunta asaltó mi cabeza y me hizo desconectar de todo lo demás ¿ qué es lo que ha hecho que yo no este ahí ? ¿ por qué yo he elegido esto y no aquello?

No entiendo por qué a mi no me preocupan los modelitos, ni la bebida que haya para una fiesta, ¡ claro que me gusta salir de fiesta! pero me gusta salir de fiesta porque estoy con mis amigas, con la gente que quiero no porque el alcohol sea lo más importante. ¿ En qué momento elegí esto? Yo he vivido aquello y es como si de repente un viento brusco hubiese cambiado todo, algo me hizo poner mi vida en otras cosas.