jueves, 25 de septiembre de 2008

Orden

Esta tarde, cuando regresaba del instituto, escuchando música como siempre, he pensado en mi estado de estos últimos días...no se, esa felicidad inmediata y permanente me asusta, tengo miedo que pase y el miedo no me deja disfrutar...

Estoy en un a etapa de orden y limpieza, como cuando llegan unas grandes fiestas y empiezan a prepararse las casas o, mejor aun, como cuando se prepara una mudanza. Estoy ordenando cada rincón, cogiendo cada sentimiento, cada recuerdo...algunos tienen polvo de tanto tiempo sin sacarlos, otros son tan nuevos que guardan su envoltorio, pero todos tienen algo especial. Ahora llega la tarea difícil, hay que comenzar a hacer montones: en un montón quedarán las lágrimas, las pesadillas, las palabras que hicieron daño, los errores...mientras los amontono caen suaves lágrimas, no se por qué, quizás aún duele o es que a pesar de todo no quiero deshacerme de ellos, me han ayudado a crecer, a ser más fuerte...pero no puedo seguir con ellos, pesan demasiado y no dejan espacio, habrá que deshacerse de ellos poco a poco. Cada uno en su caja, bien cerrada para que no vuelvan salir.

El segundo monton es especial, sonrisas, canciones, besos, abrazos, amistad, son los lápices que han estado dibujando sonrisas durante dieciseis años, unas estan gastados, pero volvere a afilarlos y estarán siempre guardarlos.

Parece un trabajo duro esto de amontonar recuerdos, olvidar los malos, recordar los buenos, quitar el polvo a los viejos, pero todos deberíamos hacerlo más a menudo.