No pretendía ser todo en su vida,
en verdad no lo pretendía…
quizá nunca sería el momento…
pero esperé en mis labios secos sus besos,
y sus caricias en mi piel sedienta…
esperé lo que no es mío…
Y luego del después entendí cual era mi lugar,
y yo seguía, yo caminaba, yo sonreía, yo respiraba,
pero el lamento me salía del alma…
cada latido de mi corazón fue suyo…
La inocencia jugó su papel…
y yo que no entiendo nada, tapé con vendas oscuras mi ojos…
dejé que la armadura cayera mientras hacíamos el amor…
y que aquella melodía de palabras me atara desnuda contra la pared para dejarme sentir y olvidarme de lo que fue…
Más que eso… amé…
Y hoy duele... nuevamente duele…
Mi voz se quiebra y su nombre se vuelve piedra…
Pero si alguna lección he aprendido,
es que a nadie se le obliga a dar lo que no puede, no quiere y no tiene…
quise ganarme, (no robarme) un pedacito de ese corazón,
pero su pecho está anclado a un mar incierto y profundo que no es el mío…
y yo... me sumergí sin conocer su nivel de turbulencia…
Ahora saldré a tierra firme y no alimentaré más mis ilusiones,
las semillas de baobab se siembran en corazones fértiles... para luego del después…
en verdad no lo pretendía…
quizá nunca sería el momento…
pero esperé en mis labios secos sus besos,
y sus caricias en mi piel sedienta…
esperé lo que no es mío…
Y luego del después entendí cual era mi lugar,
y yo seguía, yo caminaba, yo sonreía, yo respiraba,
pero el lamento me salía del alma…
cada latido de mi corazón fue suyo…
La inocencia jugó su papel…
y yo que no entiendo nada, tapé con vendas oscuras mi ojos…
dejé que la armadura cayera mientras hacíamos el amor…
y que aquella melodía de palabras me atara desnuda contra la pared para dejarme sentir y olvidarme de lo que fue…
Más que eso… amé…
Y hoy duele... nuevamente duele…
Mi voz se quiebra y su nombre se vuelve piedra…
Pero si alguna lección he aprendido,
es que a nadie se le obliga a dar lo que no puede, no quiere y no tiene…
quise ganarme, (no robarme) un pedacito de ese corazón,
pero su pecho está anclado a un mar incierto y profundo que no es el mío…
y yo... me sumergí sin conocer su nivel de turbulencia…
Ahora saldré a tierra firme y no alimentaré más mis ilusiones,
las semillas de baobab se siembran en corazones fértiles... para luego del después…
2 comentarios:
FELIZ NAVIDAD para tí y toda tu familia!.
Un beso
Familia Roa Prieto
me apunto a tu Feliz Navidad.
escribe más entradas...
Luis
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