Te despiertas cada mañana y sientes lo mismo. Lo mismo que sientes durante todo el día. Sí, claro que te ríes y disfrutas de los buenos momentos con la gente que te rodea, que hace que tu vida sea un poco mas soportable de lo que és. Esa gente que hace que por un instante, aunque sea una milésima de segundo, puedas olvidarte de ello y volver a pensar que todo va bien.
Pero cuándo llegas a tu casa, abres la puerta y notas ese frío en ella, esa soledad, esa (no placentera) tranquilidad te das cuenta de lo que te has estado intentando esconder. De ti. Sí, de ti y de tu sufrimiento permanente. Un día, caíste en un agujero más negro de lo que nunca podrías imaginar y aún a estas alturas no has salido, no has sentido, no has amado, no has reído de verdad, no has saltado, no te has sentido libre y completa. Porque todo eso no te pasa a ti, pasa en las películas, en los libros y a todas tus amigas, pero a ti no te pasa. No, claro que no. ¿Cómo un día pudiste llegar a pensar que te pasaría ti? Tú eres simplemente la chica torpe que pasa desapercibida al lado de la guay del instituto. Sí, tú eres esa chica. La que nadie ve.
Lo que tu sientes es silencio, oscuridad, vacío, sequedad, olvido.
Te duermes cada noche y sientes lo mismo. Nada. No sientes nada. El vacío en tu corazón que cada vez está mas muerto. Y entonces, la oscuridad te atrapa seguido de un frío helado que llevas encima día tras día.
Pero cuándo llegas a tu casa, abres la puerta y notas ese frío en ella, esa soledad, esa (no placentera) tranquilidad te das cuenta de lo que te has estado intentando esconder. De ti. Sí, de ti y de tu sufrimiento permanente. Un día, caíste en un agujero más negro de lo que nunca podrías imaginar y aún a estas alturas no has salido, no has sentido, no has amado, no has reído de verdad, no has saltado, no te has sentido libre y completa. Porque todo eso no te pasa a ti, pasa en las películas, en los libros y a todas tus amigas, pero a ti no te pasa. No, claro que no. ¿Cómo un día pudiste llegar a pensar que te pasaría ti? Tú eres simplemente la chica torpe que pasa desapercibida al lado de la guay del instituto. Sí, tú eres esa chica. La que nadie ve.
Lo que tu sientes es silencio, oscuridad, vacío, sequedad, olvido.
Te duermes cada noche y sientes lo mismo. Nada. No sientes nada. El vacío en tu corazón que cada vez está mas muerto. Y entonces, la oscuridad te atrapa seguido de un frío helado que llevas encima día tras día.
Día
tras
día
tras
día
9 comentarios:
Me da pena leer tu post. Debes valorarte un poco mas Carol, muchas veces la vida nos parece muy dura pero debemos reflexionar y mirar a nuestro alrededor para ver que hay un montón de gente que merece la pena. Puede que hoy sientas tu corazón vacío pero intenta querer con toda tu alma a los demás y ya verás como tu corazón pronto estará rebosante. Cuidate, un abrazo.
Como te dice Carlos, me da pena también que digas esto. Seguro que estás llena de recursos y que no les sacas el rendimiento suficiente. Ánimo y serás una de las mejores del instituto en unos días.
Un abrazo.
Bueno yo ya no te puede dedir nada que no te haya dicho en otro momento, y que no te hayan dicho ya en esta entrada , por que cada dia que me encuentro a tu lado , veo coas positivas en ti que tu no sabes valorar.Esta entrada no me a gustado nada , me duele que escribas esto yq uete sientaqs de esta manera por que hay que apreciar de la vida los buenos momentos y las cosas buenas que son las que destacan a lo largo de este duro y largo recorrido.
Besos.Espero qeu cambies un poco.
No pensaba escribir... Día tras día olvidamos que pese a todo tenemos vida, que hay gente que se preocupa por nosotros, que tenemos una familia que nos quiere y quiere ayudarnos, que tenemos problemas y agobios pero que de nada sirve no sobreponerse a ellos... Día tras día buscamos algo que creemos que nos falta para ser felices... Y creo que es porque día tras día ponemos nuestro corazón en lo que no llena, y no le permitimos darse a los demás...
( me aplico el sermón, jajajajjaja)
Carolina, creo que estas demasiado obsesionada con el tema de la "infelicidad", piensa que cada momento que pasa, ya no volverá, y que cada uno de esos momentos que pasas triste,es tiempo de tu vida desaprovechado. Piensa en tantas personas que estan mucho peor que tu, sin familia, sin amigas, sin nadie que las quiera...
Creo que debes comenzar a valorarte a ti y a todas esas personas que te rodean y que te quieren. No desperdicies tu juventud, sé feliz. Solo te falta pensar que eres una persona importante para otras muchas, y que la vida es para disfrutarla todo lo que puedas, ya llegaran momentos de verdadera tristeza, esos que nadie quiere que lleguen, pero llegan.
Ánimo niña, me encanta tu blog, pero no ver como una chica de tu edad escribe cosas tan tristes, como es esta entrada.
Hazme caso, no merece la pena vivir con esa tristeza. En momentos bajos, acuerdate de todos esos momentos que te hacen sonreir, seguro que tu cara cambia por completo.
No digas eso: te agradezco tu blog que me hace mucho bien.
Me encantaría conocer a los anónimos...
Vamos Carolina, todos somos esa chica que pasa al lado de la guay; hasta la guay piensa lo mismo, lo único que pasa es que es muy orgullosa y no lo reconoce. Con las perspectiva del tiempo te diré que las guays suelen terminar un poco mal.
Por cierto, aunque te parezca mal, si te encuentras mal es porque miras demasiado a tu ombligo, si intentaras ser consciente de la realidad de muchos (quiza hasta de las guays) darías gracias.
Un beso
María Jesús
Claro como el nombre de tu blog, eres todo lo que te pasa, pero, ¿en realidad quieres esperar sentada a que siempre te pase lo peor?. A mi no me da pena tu post, te entiendo, sentir pena por una persona es cuando ella esta totalmente perdida, y tu no lo estas. Se que le encontraras algo de sentido a estas palabras.
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