- El pequeño escéptico (E): ¿Tú crees que hay una vida después del nacimiento?
- El pequeño creyente (C): Pues claro, ¿qué te crees? Nuestra vida aquí está pensada sólo para que crezcamos y nos preparemos para la vida después del nacimiento, para que entonces seamos lo suficientemente fuertes para lo que nos espera.
-E: Yo lo encuentro una tontería. ¿Cómo hay que imaginarse una vida después del nacimiento?
-C: Yo no lo sé tampoco exactamente. Pero seguro que será mucho más interesante que aquí. ¡A lo mejor vamos andando de un sitio a otro y comemos con la boca!
-E: ¡Anda ya! ¡Comer con la boca! ¡Qué idea tan absurda! Para eso tenemos un cordón umbilical. ¿Y andar de un lado para otro? ¿Cómo vamos a andar de un lado para otro con este cordón?
-C: Pero seguro que eso es posible. Sólo que será todo un poco diferente que aquí.-E: Todavía no ha vuelto a este inundo nadie que haya nacido. Con el nacimiento se acaba la vida. Y la vida es sólo una tortura. Estrecho, oscuro, y todo siempre tan resbaladizo...
-C: Yo no sé tampoco cómo imaginarme una vida después del nacimiento. Pero seguro que entonces veremos a nuestra madre.
-E: ¿,Quéeee?? ¿Una madre?? ¿Tú crees en una madre? Entonces hazme el favor de decirme, ¿dónde está?
-C: Bueno, aquí, en todas partes. Nosotros vivimos en ella y gracias a ella. Sin ella no podríamos existir.-
-E: ¡Anda ya! Yo no he sentido nunca a una madre, así es que no existe.
-C: Algunas veces, cuando estamos muy calladitos, la puedes oír cantar. O sentirla cuando acaricia nuestro mundo. Yo de verdad creo que nuestra vida de verdad empieza entonces, cuando nacemos...
(De un texto de Henri Nouwen, teólogo holandés)
viernes, 18 de septiembre de 2009
domingo, 13 de septiembre de 2009
La cocina de Dios
Siempre he admirado a esas mujeres que llegan tarde y cansadas a casa con el firme impulso del amor por los suyos retumbando en el corazón. Sin demasiado tiempo y con el cosquilleo en el estómago de los habitantes del nido familiar, se dirigen con confianza al refrigerador y, detenidas en posición de plena sabiduría maternal, miran y estudian lo que hay disponible.
Unos restos de la comida de anoche, un poco de verduras que quedaron de la última incursión culinaria y algunas cosas que fueron tomadas de las estanterías del supermercado por aquí y por allá. ¡Manos a la obra!
El proyecto ya está claro en su mente. Se pica una cebolla y se enciende el fuego, con una sartén con aceite a calentar, los utensillos aparecen como por arte de magia y los maravillosos perfumes brotan de sus manos adornando toda las habitaciones y los corazones.
¡La casa está viva! Pronto se ve a todos los habitantes de su reino, chicos y grandes, convocados a poner la mesa y a sorprenderse una vez más de tan grande muestra de habilidad, y de amor. ¿Quién no disfruta o ha disfrutado de estos momentos maravillosos, donde el amor se vuelve alimento y envuelve a los que se reúnen alrededor de la mesa familiar? Creo que todos guardamos recuerdos de esos olores, esos sabores, de esos deliciosos platos puestos frente a nuestros ojos de niños. Recuerdos que nos conmueven, donde un simple aroma nos vuelve décadas atrás, nos transporta a otro tiempo y a otro lugar, y nos deja envolvernos con el amor en el recuerdo, amor que traspasa toda barrera y se abre a la sencillez de nuestra niñez más inocente.
Creo que Dios hace lo mismo con nosotros: El mira dentro de nosotros como si fuéramos un refrigerador espiritual y hace un rápido cuadro de las materias primas que tenemos a Su disposición. Una virtud poco desarrollada por aquí, un deseo de justicia por allá, un recuerdo que infunde amor en nuestro corazón, un dolor surgido en un episodio que aún no logramos olvidar, un poquito de fortaleza escondida en algún rinconcito de nuestra alma. Dios, parado en la puerta de nuestro refrigerador espiritual, busca y rebusca, mira y sopesa cada articulo que encuentra, deja algunos para utilizarlos luego, y va poniendo otros encima de Su Cocina Espiritual. Y mientras cierra la puerta de nuestro refrigerador, se dice a Sí mismo: ¡Manos a la obra!
Rápido y sabiendo a la perfección cual es Su plan de cocina, trabaja sobre las especies y los utensillos con Mano Maestra. Pela y pica algunos condimentos, lava otros, mezcla, condimenta, fríe y cocina, y pone todo en una hermosa presentación, listo para ser disfrutado. ¡La comida está lista! Las obras de bien, que siempre son obras de Dios, brotan de Sus manos maestras en forma imprevista y haciendo que surjan de quien ni siquiera había anticipado tal posibilidad. Por supuesto que lo hace con la seguridad de proveer el más sabroso sabor y aroma que comida alguna puedan jamás producir: el amor. Sus platos son siempre ricos en amor, tanto en sabor como en aroma. Y por supuesto que alimentan a los comensales, alimento para el alma, para el espíritu.
Dios, en Su infinita bondad, saca de nosotros aquello de lo que disponemos, lo que sea. Será poco, o será mucho. Será el más exquisito producto de cocina, o el más humilde resto de la cena de ayer. Pero siempre es suficiente para que El se sienta feliz de poder elaborar un exquisito plato de amor, adornado por la Mano del que todo lo puede.
¿Y que tenemos que hacer nosotros? Simplemente abrir la puerta de nuestro refrigerador, para que El pueda servirse de lo que tenemos dentro, para que sea El el que siga Su plan maestro de cocina y haga de nosotros un rico plato pleno de virtudes, alimento para los comensales que se sienten con nosotros a la mesa. Así como una madre es capaz de mostrar el amor del que es capaz, en algo tan simple y cotidiano como un plato de comida hogareña, así es capaz el amor de nuestro Dios de producir exquisitos manjares espirituales a partir de nuestra voluntad. Solo debemos ponerla a Su disposición, abrir los portales de nuestro corazón y dejar que sea El el que desarrolle las recetas que nos alimenten, nos den vida, y den sentido a nuestro día.
Fuente: www.reinadelcielo.org
Autor: Oscar Schmidt
jueves, 16 de julio de 2009
Adiós
Cuando se nos congela el corazón y la rutina se acomoda en nuestras acciones.... Cuando las sonrisas se convierten en forzados garabatos en los labios y las lágrimas empiezan a caer hacia dentro agrandado un mar de dudas... Cuando una conversación a dúo se convierte en guerra de reproches o, peor aun, en batalla de silencios... sabemos que ha llegado el momento.
El momento que hemos visualizado mil veces en las noches de soledad compartida, el momento que nos aterra deshaciendo lazos que creíamos eternos. Colgamos nuestras ganas y nuestros miedos a contrapeso para evitar el avance de las agujas del reloj, pero ni con eso evitamos el avance del tiempo que ha pisado sueños, y barrido ilusiones. De nada sirvieron el llanto y el dolor, nuestras manos se aferraban a una rama seca que se resquebrajaba irremediablemente aunque no quisiéramos.
Y yo que tome el papel de valiente caballero, espada en mano, segué de un solo golpe la proximidad de nuestros labios. Y ahora al verte derrotado me desgarro por dentro sin comprender el porque de todo esto. Mi corazón a dejado de latir, no atiende a razones y es incapaz de valorar la perfección de tu persona, la nobleza de todos tus actos y el amor que me profesas. Mi corazón, se ha vuelto ciego y sordo de golpe y aunque me empeñe en reanimarlo no lo consigo.
Un adiós se balancea en la punta de mi lengua queriendo arrojar un "nosotros" al abismo del fracaso... y duele tanto. Quien dijo que decir adiós fuera fácil? estoy dando el paso mas difícil de mi vida...
...y tengo miedo de equivocarme...
martes, 19 de mayo de 2009
Catalina
Catalina está un poco embarazada, casi nada en realidad. Su embarazo es tan pequeñito que casi no es embarazo. En un embarazo a lápiz, en papel borrador, que se va como ha venido. Además tampoco lo sabe seguro, porque la cosa fue ayer mismo.
Catalina tiene 15 años y va a la farmacia con frecuencia. Antes compraba regaliz y clerasil para los granos. Hoy comprará un antiácido, que no necesita receta, porque la lógica ansiedad del evento le ha generado un poquito de hiperclorhidria, y pedirá también un antibiótico para el flemón. El flemón es casi tan pequeño como su embarazo, pero para ése sí que lleva una receta que le dio el dentista.Luego pedirá la píldora “porsiacaso” —así la llama su amiga Loli—, que vale 20 euros (Loli no, la píldora). Loli vale mucho más, porque su padre tiene pasta por un tubo y ha comprado varias píldoras (su padre no, Loli) para no tener que ir a la farmacia después de estar con Manolo.
Catalina supone que “porsiacaso” no es el nombre auténtico del medicamento, pero Nieves, que es una farmacéutica superguay, se lo aclarará.Catalina está nerviosa pero contenta. Gracias a la nueva píldora será más libre cuando esté con su primo Borja. Además le han explicado en el cole que mientras el embrión no anide te lo puedes quitar, porque es como si no existiera. Y la anidación sólo ocurre unos días más tarde.Cuando la profe lo dijo en clase, Richi, que es un bocazas medio tonto, contestó: “Eso es como decir que hasta que el niño no esté en la cuna no es niño y te lo puedes cepillar”. Catalina se mosqueó y dijo que “no es lo mismo Richi, qué bruto eres”; pero todos se rieron porque ya sabían lo de ella y Borja.
Catalina llega a la farmacia, pero como hay una vieja (lo menos tiene 40 años) comprando, pide primero el almax para la acidez y el augmentine que le ha recetado el dentista. La farmacéutica se lo trae todo y le pregunta: “¿quieres algo más, guapa?”.Como la vieja no se acaba de ir, Catalina aprovecha para pesarse y comprobar que los tres helados que se tomó con los coleguis le han engordado casi medio kilo. Se va la vieja, y entonces dice: “ah, se me olvidaba. También quiero…, la píldora esa… pa después, ¿mentiendes…?Nieves la mira de arriba a abajo y le pregunta si es para después de comer o para después de ponerse ciega de cocacola con güisqui. Catalina se mosquea y le dice que ya sabe ella de qué está hablando y que tiene derecho a la píldora comosellame. Entonces Nieves le responde que en su farmacia no se despachan abortivos aunque venga la ministra con una pistola; que a lo hecho pecho, y que se lo piensa decir a su padre (al de Nieves no, al de Catalina) para que se entere de lo que hace la niña.Catalina se marcha con un mosqueo considerable y va en busca de otra farmacia alejada de su casa donde no la conozcan. Al fin la encuentra y le dan la famosa píldora. ¿Sólo una?, pregunta la niña. El boticario se le ríe a la cara y le dice que para qué quiere más. “¿Es que te dedicas a eso? ¿Eres una profesional?”
Catalina se ha tomado la píldora con un vaso de Coca-cola light. Ella habría preferido una copa de Baylis, que es dulce como un caramelo y, con un poco de hielo, te pones la mar de contenta, pero es que el alcohol no se lo venden ni con receta.Por la noche piensa que ya puede estar tranquila; que la cosa no ha tenido importancia, porque además lo más probable es que no estuviera embarazada. Y si lo estaba era un embarazo muy pequeñito, y el embrión no había tenido tiempo de anidar. O sea que Nieves es una exagerada, pero no le dirá nada a papá. Y si se lo dice, que se lo diga. Porque ella tiene sus derechos, que se lo ha oído a una ministra muy mona que hay ahora.
Catalina se mete en la cama. Siempre ha rezado tres avemarías, pero hoy le da cosa y no reza nada.Apaga la luz y se pone a llorar como cuando era muy pequeña y no podía dormir sola.
domingo, 5 de abril de 2009
Después d eun tiempo...
Después de un tiempo, aprendemos...la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. Y uno aprende que el amor no significa acostarse, y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender... que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.
Y aprende a plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende...
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sea como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, extrañarás inmensamente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Y aprende que hay 3 momentos en la Vida que uno no puede remediar: La oportunidad que dejaste pasar, la cita a la que no asististe, la ofensa que ya pronunciaste.
Con el tiempo también aprendes sobre el Dinero... y entonces comprendes que puedes comprarte una casa pero no un hogar; que puedes comprarte una cama pero no el sueño, puede comprarte un reloj pero no el tiempo; puedes comprarte un libro pero no conocimiento o lo que necesitas aprender, puede comprarte una posición pero no sirve para tener respeto; puedes comprarte medicinas pero no salud; puedes comprarte sangre pero no vida, puedes comprarte sexo pero no amor.
Con el tiempo también aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no importa cuántos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco; con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Pero infortunadamente, todo esto lo aprendes "sólo con el tiempo.... "
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.
Y aprende a plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende...
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sea como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, extrañarás inmensamente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Y aprende que hay 3 momentos en la Vida que uno no puede remediar: La oportunidad que dejaste pasar, la cita a la que no asististe, la ofensa que ya pronunciaste.
Con el tiempo también aprendes sobre el Dinero... y entonces comprendes que puedes comprarte una casa pero no un hogar; que puedes comprarte una cama pero no el sueño, puede comprarte un reloj pero no el tiempo; puedes comprarte un libro pero no conocimiento o lo que necesitas aprender, puede comprarte una posición pero no sirve para tener respeto; puedes comprarte medicinas pero no salud; puedes comprarte sangre pero no vida, puedes comprarte sexo pero no amor.
Con el tiempo también aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no importa cuántos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco; con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Pero infortunadamente, todo esto lo aprendes "sólo con el tiempo.... "
miércoles, 18 de marzo de 2009
martes, 10 de marzo de 2009
QUE VUESTRA SANGRE NO HAYA SIDO DERRAMADA EN VANO
El teléfono móvil.
Sonaba insistentemente pero no deseaba cogerlo, se encontraba cansado... muy cansado. Resultaba raro que todos los viajeros recibieran llamadas al mismo tiempo. No pudo soportar más la angustia de aquel corazón al otro extremo del espacio.
Extendió el brazo e intentó coger el móvil que continuaba sonando a su lado. Pero su mano se aferró al aire... Entonces y solo entonces pudo darse cuenta... de que estaba muerto.
Los dos novios.
Llevaban un mes siendo novios. Habían decidido que al volver, esa noche, perderían la virginidad en una orgía de amor. Un terrorista (no hay terrorista virgen),sin un gesto en su rostro canalla, les impidió conocer a qué sabe el amor consumado.
El bebé.
El bebé dormía apaciblemente cuando el estruendo le despertó. Abrió los ojos y se puso a llorar sin pausa. No sabía nada de lo ocurrido, pero le faltaba la luminosa sonrisa de mamá
EL HOMBRE QUE SONRIÓ A UN TERRORISTA
Vio cómo subía al tren un joven que portaba una pequeña mochila en la mano. Le sonrió porque quería hacerle ver que comprendía a los hermanos que vienen de otras tierras a ganarse el pan al que todo ser humano tiene derecho.
El rostro del joven no se inmutó. Dejó la mochila en el suelo y se quedó mirando el paisaje por la ventanilla. Él buscó un asiento libre, intentando olvidar la falta de respuesta a su intento de comunicación.
Nunca tendría tiempo para reflexionar sobre la verdadera esencia de la globalización: el odio, lo mismo que el amor, no tiene fronteras. Y nadie, tampoco, sabría de su generoso gesto: acababa de sonreír al terrorista que iba a matarle.
Sonaba insistentemente pero no deseaba cogerlo, se encontraba cansado... muy cansado. Resultaba raro que todos los viajeros recibieran llamadas al mismo tiempo. No pudo soportar más la angustia de aquel corazón al otro extremo del espacio.
Extendió el brazo e intentó coger el móvil que continuaba sonando a su lado. Pero su mano se aferró al aire... Entonces y solo entonces pudo darse cuenta... de que estaba muerto.
Los dos novios.
Llevaban un mes siendo novios. Habían decidido que al volver, esa noche, perderían la virginidad en una orgía de amor. Un terrorista (no hay terrorista virgen),sin un gesto en su rostro canalla, les impidió conocer a qué sabe el amor consumado.
El bebé.
El bebé dormía apaciblemente cuando el estruendo le despertó. Abrió los ojos y se puso a llorar sin pausa. No sabía nada de lo ocurrido, pero le faltaba la luminosa sonrisa de mamá
EL HOMBRE QUE SONRIÓ A UN TERRORISTA
Vio cómo subía al tren un joven que portaba una pequeña mochila en la mano. Le sonrió porque quería hacerle ver que comprendía a los hermanos que vienen de otras tierras a ganarse el pan al que todo ser humano tiene derecho.
El rostro del joven no se inmutó. Dejó la mochila en el suelo y se quedó mirando el paisaje por la ventanilla. Él buscó un asiento libre, intentando olvidar la falta de respuesta a su intento de comunicación.
Nunca tendría tiempo para reflexionar sobre la verdadera esencia de la globalización: el odio, lo mismo que el amor, no tiene fronteras. Y nadie, tampoco, sabría de su generoso gesto: acababa de sonreír al terrorista que iba a matarle.
EL JOVEN ÁRABE
Había nacido en un país árabe. El nacimiento es una elección del destino en la que no tenemos parte. Habida cuenta de lo que iba a suceder, lo mismo hubiera podido nacer en Madrid, donde ahora estaba residiendo.
Sus padres emigraron buscando una salida, igual que hacemos todos, emigrantes en una tierra que no nos pertenece. Él se debatía entre la ancestral cultura de sus padres y la nueva sociedad que le ofrecía tantas cosas agradables. Sentía pasión por los coches deportivos, la velocidad le atraía como atrae a muchos jóvenes que aún no han comprendido que la gran ilusión de los adultos es ralentizar el tiempo.
Quien puso la bomba y él tenían la misma piel, pero no los mismos sentimientos. Por eso no se salvó aquel día, porque los sentimientos son los que unen y no las pieles. El odio no conoce fraternidad alguna, ni de pieles, ni de emociones. El odio terrorista no perdona porque al mirarse en el espejo es incapaz de aceptar la fragilidad de la condición humana. Solo quien se acepta como es, puede comprender debilidades ajenas.
EL DROGADICTO
Quiso huir de una realidad que no le gustaba y cayó en la droga, la más dura de las realidades. De ahí a la delincuencia, la cárcel, el desprecio de los otros y la amargura de una vida sin esperanza solo había un paso.
A pesar de su juventud llegó un momento en el que abandonó toda esperanza o más bien fue ella quien le abandonó a él. Se lamentaba pensando que había tirado su vida a la basura. Dios aprieta, pero no ahoga. Una chica dulce y sin prejuicios le escogió para entregarle su corazón. Le ayudó a salir del infierno y comenzaron a trabajar juntos por un futuro mejor.
Ella, la buena samaritana, viajaba en uno de los trenes de la muerte. El recibió la noticia como el último golpe del destino y se hundió en el más profundo de los abismos. Ahora sí, ahora todo estaba perdido.
Puso la radio y oyó a los padres de su novia, en una entrevista: "Hemos perdido una hija pero ganamos un hijo". Las lágrimas acudieron a sus ojos, secos como un desierto. Aún queda gente buena, pensó, aunque haya que buscarla durante toda una vida.
LOS PADRES
Estaban desayunando cuando por la radio oyeron la noticia. Al principio no la dieron demasiada importancia. Tal vez se trate de otra de esas bombas fallidas que dejan algún herido y poco más. Pero conforme los datos fueron llegando comprendieron la magnitud de la tragedia y lo que era peor, su único hijo podía estar en uno de esos trenes. No pudieron terminar el desayuno. Intentaron llamar por teléfono para confirmar si el tren de su hijo estaba implicado. Las líneas telefónicas estaban bloqueadas y todo era un gigantesco caos. Decidieron utilizar su propio coche a pesar del bloqueo en que estaría sumida la ciudad. Se pasaron media mañana de acá para allá intentando encontrar alguien que pudiera informarles. La angustia se hizo irrespirable. Solo les mantenía en pie la esperanza de que su hijo estuviera vivo. Por la radio oyeron que en los hospitales empezaban a sacar listas de heridos y de fallecidos. Se dirigieron al más cercano. Allí fueron recibidos por una psicóloga, una jovencita que seguramente haría muy poco que habría terminado la carrera. En una sala de espera se derrumbaron y la psicóloga no pudo hacer otra cosa que pasarles el brazo por los hombros y compartir su dolor. Al cabo de un rato les trajo un vaso de agua y un tranquilizante. Les dijo que pidieran todo lo que necesitaran. Ellos respondieron que solo necesitaban una: saber si su hijo estaba vivo. La jovencita salió a buscar una lista y cuando volvió tenía el rostro pálido y temblaba. Los padres habían facilitado su nombre y apellidos al entrar al hospital, por eso la psicóloga sabía que el nombre de uno de los fallecidos bien podría ser su hijo. No sabía cómo darles la noticia. La madre la intuyó cuando vio lágrimas en sus ojos. Con mano temblorosa puso la lista en una mano firme. Y entonces presenció una escena que no olvidaría el resto de su vida. La madre no tuvo dudas que se trataba de su hijo y compartió su seguridad con su marido. Los padres, en vez de ponerse a llorar o a gritar histéricamente, entraron en un estado catatónico del que tardaron en sacarles varios días. La jovencita acostumbra a visitarles con frecuencia. Los padres la reciben con cariño, preparan un café y charlan de cosas intrascendentes. La psicóloga cree que acabarán por superar la tragedia, lo que no sabe es que el estado catatónico de su cuerpo se ha trasladado a su alma. Ahora apenas son algo más que robots que siguen haciendo las mismas cosas que hacían antes. La vida no es hacer cosas, sino sentirlas. Por eso aquellos padres no están vivos por mucho que se empeñe la jovencita, que les ha tomado un cariño muy especial.
Y así hasta 192 personas que fueron asesinadas cobardemente y todas las personas que de alguna forma sufrimos el atentado hace cuatro años...
lunes, 23 de febrero de 2009
domingo, 8 de febrero de 2009
El secreto de la felicidad
El secreto de la felicidad es amar y saberse amado...
Pero mientras...hay que disfrutar de los pequeños grandes momentos...
Pero mientras...hay que disfrutar de los pequeños grandes momentos...
SIMPLEMENTE SOIS GENIALES¡¡¡
domingo, 1 de febrero de 2009
Momentos de confusión...
jueves, 22 de enero de 2009
Día tras día
Te despiertas cada mañana y sientes lo mismo. Lo mismo que sientes durante todo el día. Sí, claro que te ríes y disfrutas de los buenos momentos con la gente que te rodea, que hace que tu vida sea un poco mas soportable de lo que és. Esa gente que hace que por un instante, aunque sea una milésima de segundo, puedas olvidarte de ello y volver a pensar que todo va bien.
Pero cuándo llegas a tu casa, abres la puerta y notas ese frío en ella, esa soledad, esa (no placentera) tranquilidad te das cuenta de lo que te has estado intentando esconder. De ti. Sí, de ti y de tu sufrimiento permanente. Un día, caíste en un agujero más negro de lo que nunca podrías imaginar y aún a estas alturas no has salido, no has sentido, no has amado, no has reído de verdad, no has saltado, no te has sentido libre y completa. Porque todo eso no te pasa a ti, pasa en las películas, en los libros y a todas tus amigas, pero a ti no te pasa. No, claro que no. ¿Cómo un día pudiste llegar a pensar que te pasaría ti? Tú eres simplemente la chica torpe que pasa desapercibida al lado de la guay del instituto. Sí, tú eres esa chica. La que nadie ve.
Lo que tu sientes es silencio, oscuridad, vacío, sequedad, olvido.
Te duermes cada noche y sientes lo mismo. Nada. No sientes nada. El vacío en tu corazón que cada vez está mas muerto. Y entonces, la oscuridad te atrapa seguido de un frío helado que llevas encima día tras día.
Pero cuándo llegas a tu casa, abres la puerta y notas ese frío en ella, esa soledad, esa (no placentera) tranquilidad te das cuenta de lo que te has estado intentando esconder. De ti. Sí, de ti y de tu sufrimiento permanente. Un día, caíste en un agujero más negro de lo que nunca podrías imaginar y aún a estas alturas no has salido, no has sentido, no has amado, no has reído de verdad, no has saltado, no te has sentido libre y completa. Porque todo eso no te pasa a ti, pasa en las películas, en los libros y a todas tus amigas, pero a ti no te pasa. No, claro que no. ¿Cómo un día pudiste llegar a pensar que te pasaría ti? Tú eres simplemente la chica torpe que pasa desapercibida al lado de la guay del instituto. Sí, tú eres esa chica. La que nadie ve.
Lo que tu sientes es silencio, oscuridad, vacío, sequedad, olvido.
Te duermes cada noche y sientes lo mismo. Nada. No sientes nada. El vacío en tu corazón que cada vez está mas muerto. Y entonces, la oscuridad te atrapa seguido de un frío helado que llevas encima día tras día.
Día
tras
día
tras
día
sábado, 17 de enero de 2009
domingo, 11 de enero de 2009
Amores no correspondidos
Durante siglos las historias que salen en las películas, las historias que se cuentan de abuelo a nieto/a han sido de amor. Pero no de un amor cualquiera, sinó del amor perfecto. Ese amor que cómo nuestras madres nos dicen -sólo pasa en las películas.- Pero sabéis que es lo peor? Que vivimos y crecemos soñando que nosotros tendremos ese amor. Ese amor que lo traspasa todo, lo rompe todo y que se vuelve tan apasionado y dulce que es díficil de entender. Durante años y años creemos en él y esperamos eso de nuestros amores. Todas las historias cuentan sufrimiento, tristeza, silencio, tiempo, pero todas, todas tienen ese final perfecto y feliz. Mi pregunta, como muchas otras, es:
¿Dónde están las historias de amores
no correspondidos?
Las escondemos con el fin de que la verdad, la cruel verdad no duela tanto o para que duela más. No se cuentan historias de amor no correspondido, nunca. Dónde estamos todos nosotros, todos los que amamos sin ser amados. Los que no dormimos por las noches. Los que se encierran debajo el edredón una semana entera. Los que no conocen la sonrisa de recién enamorado. Nadie cuenta nuestra historia. Nadie cuenta el sufrimiento y la melancolía que se siente al ver que la persona que te gusta o quieres no siente lo mismo. Nadie, nadie nos nombra.
¿Dónde están las historias de amores
no correspondidos?
Las escondemos con el fin de que la verdad, la cruel verdad no duela tanto o para que duela más. No se cuentan historias de amor no correspondido, nunca. Dónde estamos todos nosotros, todos los que amamos sin ser amados. Los que no dormimos por las noches. Los que se encierran debajo el edredón una semana entera. Los que no conocen la sonrisa de recién enamorado. Nadie cuenta nuestra historia. Nadie cuenta el sufrimiento y la melancolía que se siente al ver que la persona que te gusta o quieres no siente lo mismo. Nadie, nadie nos nombra.
lunes, 5 de enero de 2009
Lo más importante en esta vida
Nuestra amistad me ha enseñado más que cualquier otra relación que haya tenido. Me habéis enseñado a respirar de una manera diferente, de una manera mejor. Me habéis enseñado a saborear sin prisa el aire. Me habéis enseñado a querer más a mis emociones, a volver siempre a la carga. A querer más, a volar más alto.
Gracias a nuestra amistad soy más fuerte ahora. Sin pretenderlo habéis influido más en mi vida que muchas otras personas que se llevaron gran parte de lo que fui.
Con vosotras he reído y he llorado. Hemos estado en una montaña rusa de emociones, en la que siempre hemos tenido viajes gratis. La nuestra, es una amistad de sentimientos y palabras por escrito. Corazones rotos sin piezas de recambio, pero...siempre habrá corazones de recambio.
Gracias a vosotras lo sé. Una vez me impulsasteis y ahora ya salto de los trampolines yo sola.Sois la persona de la que más he aprendido, indudablemente.
Sois de lo más importante en esta vida.
domingo, 4 de enero de 2009
jueves, 1 de enero de 2009
Año nuevo...¿vida nueva?
Acabo de despedir un año que, sinceramente, tenía ganas de despedir. No puedo decir que haya sido el peor de toda mi vida,pero tampoco ha sido el mejor. HE tenido tantos momentos...
Hay una cosa que ha marcado el 2008 y es el cambio de gentes, y esto es lo que hace que el 2008 ha sido especial.Al principio parecía una decisión dificil, lo que tenía, aunque no me hiciera sentir agusto, ya lo tenia y esto no era nada seguro, pero un presentimiento me decia que lo ecesitaba y ellas me lo pusieron muy fácil.Ahora mismo no las cambiaria por nada.
El año también ha estado marcado por él,pero de una forma distinta a los cuatro anteriores. Este año él se ha cansado de jugar y no ha querido estar presente.Pero yo, cabezona por naturaleza...siempre lo he hecho presente. A veces pienso que intenta retirarse, remendar su error y yo no le dejo pero vuelve y me demuestra que nunca dejara de jugar si yo le dejo...
Los estudios también han sido de otras cosas en crisis este año. No van mal, pero me cuestan barbaridad..
Pero todo no son quejas, el año ha tenido muchas cosas buenas: cada momento con ellas, cada paso hacia delante,mi reinado...momentos que jamás olvidaré y que me han hecho muy feliz.
Ahora que estoy en el 2009 no veo que nada haya cambiado. Hoy me siento igual de confundida que ayer, hot sigo dando gracias por las mismas cosas que daba ayer, sigo llorando por lo mismo que ayer... POr mi es como si nada hubiera pasado, el año pasado me sentia igual que este e igual que em sentire el que viene. ¿ De qué sirve hacerme propositos? No voy a olvidarlo si no quiero ( o no puedo), seguiré sin estudiar si no le encuentro un sentido, un camino que seguir, mis amigas van a seguir siendo las mismas, mi peso seguira siendo el mismo, llorare por todo lo que tenga que llorar y cantaré hasta quedarme sin voz...pero las cosas no cambian porque hoy me lo propongan, cambiaran si mañana doy un paso hacia delante, si cada dia camino hacia delante y sólo si yo quiero...
FELIZ 2009
Hay una cosa que ha marcado el 2008 y es el cambio de gentes, y esto es lo que hace que el 2008 ha sido especial.Al principio parecía una decisión dificil, lo que tenía, aunque no me hiciera sentir agusto, ya lo tenia y esto no era nada seguro, pero un presentimiento me decia que lo ecesitaba y ellas me lo pusieron muy fácil.Ahora mismo no las cambiaria por nada.
El año también ha estado marcado por él,pero de una forma distinta a los cuatro anteriores. Este año él se ha cansado de jugar y no ha querido estar presente.Pero yo, cabezona por naturaleza...siempre lo he hecho presente. A veces pienso que intenta retirarse, remendar su error y yo no le dejo pero vuelve y me demuestra que nunca dejara de jugar si yo le dejo...
Los estudios también han sido de otras cosas en crisis este año. No van mal, pero me cuestan barbaridad..
Pero todo no son quejas, el año ha tenido muchas cosas buenas: cada momento con ellas, cada paso hacia delante,mi reinado...momentos que jamás olvidaré y que me han hecho muy feliz.
Ahora que estoy en el 2009 no veo que nada haya cambiado. Hoy me siento igual de confundida que ayer, hot sigo dando gracias por las mismas cosas que daba ayer, sigo llorando por lo mismo que ayer... POr mi es como si nada hubiera pasado, el año pasado me sentia igual que este e igual que em sentire el que viene. ¿ De qué sirve hacerme propositos? No voy a olvidarlo si no quiero ( o no puedo), seguiré sin estudiar si no le encuentro un sentido, un camino que seguir, mis amigas van a seguir siendo las mismas, mi peso seguira siendo el mismo, llorare por todo lo que tenga que llorar y cantaré hasta quedarme sin voz...pero las cosas no cambian porque hoy me lo propongan, cambiaran si mañana doy un paso hacia delante, si cada dia camino hacia delante y sólo si yo quiero...
FELIZ 2009
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